jueves, 10 de noviembre de 2011

Accidentes en la vía pública


¿POR QUÉ UN NIÑO PEQUEÑO PUEDE ACCIDENTARSE?

·         Por las condiciones de riesgo del ambiente en que se encuentra

·         Por los descuidos o la ausencia de los adultos

·         Por ser varón está más expuesto, por la creencia errónea de que al "rol de hombre" le corresponden la valentía y la audacia y se los alienta y festeja en ese sentido empujándolos de esa forma a mayores riesgos

Por los comportamientos propios de cada edad:

A los 3 años:

- Es muy autónomo. Los adultos creen que pueden darle responsabilidades que no están en condiciones de cumplir (quedarse solo, cuidar hermanos menores, salir a la calle o jugar solo en ella). Esta confusión es un factor de riesgo.
- No sabe reconocer los peligros.
- No puede aún aprender y poner en práctica las normas de seguridad.
- Le gusta imitar a los adultos.

A los 4 y 5 años:

- Tiene gran curiosidad por máquinas y aparatos que lo atraen y entretienen.
- Puede cambiar súbitamente la atención de un juego seguro a otro riesgoso.
- Aparenta gran autonomía y responsabilidad engañosa para los adultos que confían en esa falsa apariencia.
- Puede súbitamente olvidar las habilidades adquiridas de control y auto-cuidado.
- Desarrolla gran confianza en sí mismo que lo impulsa hacia situaciones peligrosas por su inexperiencia e inmadurez.
- Se entusiasma con su juego y se descuida (cruza la calle sin mirar tras una pelota).

PEATONES:

Se considera que los niños aprenden, recuerdan y ejecutan eficientemente las reglas de seguridad peatonal entre los 7 y 9 años de edad. Esto se lograría gradualmente y se estimula con el ejemplo y el señalamiento permanente de padres, cuidadores, docentes, etc. Por debajo de esta edad, las reacciones de los niños son imprevisibles y su capacidad de concentración es muy variable, por lo que dependen de la presencia de un adulto a su lado para su seguridad. Este debe estar apto física y mentalmente: la compañía de hermanos preadolescentes o adolescentes o de abuelos muy ancianos puede no ser efectiva en momentos de emergencia.

El desplazamiento por la vereda debe ser con los más pequeños del lado opuesto a la calle, los mayores pueden ir un par de metros más adelante, nunca atrás de los adultos. Se tiene que prestar atención a los objetos móviles (autos, motos, bicicletas, puestos callejeros, rejas desmontables), inmóviles (carteles, cajas de electricidad, aires acondicionados) y anclados (columnas, bolsones de tierra, pilotones, toldos) en la vereda.

El cruce de la calle debe hacerse por la senda peatonal, atendiendo a las indicaciones de los semáforos donde los hubiere. Es siempre un reaseguro detenerse y mirar a ambos lados antes de cruzar. No hay que bajar el cochecito del bebé a la calle hasta no tener habilitado el paso, ni esperar la señal del semáforo con el cochecito en la calle.

En un cruce de ferrocarril, se debe parar, mirar y oír, aunque las barreras están subidas.

AUTOMÓVIL:

Existen varios riesgos a tener en cuenta a la hora de viajar con niños en auto:

·         Un niño que viaja en el asiento de adelante sufre un alto riesgo de padecer  lesiones graves en caso de frenada brusca o colisión.

·         Un bebé que viaja en brazos de un adulto en el asiento de adelante no podrá ser sostenido en caso de accidente, pudiendo impactar contra el vehículo o ser despedido por el parabrisas.

·         Las bolsas de aire han causado serias lesiones a los niños que viajaban en el asiento delantero.

·         Los niños que viajan sin sujeción, además de aumentar la probabilidad de sufrir daños graves, propician la ocurrencia de accidentes al favorecer la distracción del conductor.

·         Muchos niños sufren lesiones al descender del vehículo

Para prevenir estos riesgos, es muy importante que:

·         Los niños viajen siempre en el asiento trasero y sentados.

·         Todos los pasajeros usen cinturón de seguridad.

·         Los niños de menos de 20 kilos viajen en su correspondiente asiento de seguridad, sujetado con cinturón. Los menores de 9 meses deben ser colocados detrás del asiento del acompañante en sentido opuesto al de la marcha.

·         Todos los ascensos y descensos del automóvil deben hacerse por las puertas del lado de la vereda. Los niños deben esperar la instrucción del adulto responsable antes de abrir la puerta.


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